Laura es un camaleón al que en serio le gusta jugar. ¡Y cuando la vea estallar burbujas, su corazón va a volar! ¡Oh cielos esto no podría ser más dulce! ¡Yo seguía gritando ‘atrápala, Laura, atrápala’!
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…