Abel Zavala canta con su dulce voz del profundo amor que Dios tuvo al darnos a su único Hijo. ¡Jesucristo no reservó nada para sí mismo, hasta el final Él lo entregó todo! Él nos amó, nos perdonó, y cambió su vida perfecta por la nuestra pecadora. ¿Usted ha experimentado esta increíble transformación? Cuéntenos abajo.