Camine todos sus días dependiendo de Dios y deje que Él guie sus pasos. Mientras más se acerque a Dios descubrirá la razón y el sentido de vivir. ¡Adore junto con Tercer Cielo esperando el momento en el que verá a Jesucristo cara a cara!
Si tú pudieras explicarle al polluelo que un día verá todo esto con sus pequeños ojos y que podrá volar con sus pequeñas alitas, tampoco lo creería. Igual sucede con muchas personas que no creen en lo que está por venir en esa vida futura, todo porque están envueltos en su cascaron terrenal.