Mamá y papá querían asegurarse de que su mayor bebé sabría qué hacer si se fuera a caer en la piscina del patio trasero. Aunque era tímida al principio, ella sabía que podía confiar en papá. ¡Y ahora ella está nadando como profesional!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.