Esta es la historia de un niño que creció con su gato, y se le desapareció cuando el gatito tenía 11 años. Pero, sus padres encontraron a su gato y este es un momento absolutamente conmovedor cuando al fin se reúnen.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…