Este dulce elefante bebé ha pasado toda su vida en un parque en el que está a salvo de los cazadores furtivos. Y verlo jugar con su juguete favorito, un leño, le hará sonreír. ¡Aunque le toma un poco de tiempo para superarlo JAJAJA!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.