Un caballo se quedó parado en medio de la carretera y mientras los oficiales arreglaban la situación los carros se acumularon en gran manera, que en medio del embotellamiento estos músicos se pusieron a tocar música clásica para todos.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.