La muchacha Sunny entró al establo para conocer al más nuevo integrante de la familia pero parece ser que fue el potrillo el que tenía ganas de conocer a Sunny.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.