Después de unas fuertes lluvias, un grupo de patitos recien nacidos se quedaron atrapados en los conductos del drenaje. Estos valientes y bondadosos policias acudieron a su ayuda en medio de la noche.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.