Despues de unos meses fuera de casa la dueña de esta perrita regresó pero lo primero que hizo fue esconderse para ver si su perrita la podia encontrar. Como todo buen sabueso la perrita comenzó a olfatear toda la casa hasta dar con su dueña.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.