Este Hombre sufre de una enfermedad degenerativa muscular que no le deja moverse por sí mismo y cuando él quiso sentir la lluvia caer en su cuerpo su padre le ayudó a salir para que pudiera sentir las gotas de lluvia caer sobre él!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.