Esta pequeñita tuvo la oportunidad de entonar la canción de “Hallelujah” en su iglesia y lo hizo de una manera tan dulce, linda e inocente que nos dejó a todos con ganas de escucharla de nuevo.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.