Este muchacho es considerado como uno de los mejores en su deporte y lo comprueba al mostrar sus habilidades delante de la gente en una alberca generadora de olas.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.