El cantante Luke Antony y sus hermanos decidieron darle un gran regalo a sus madre en el día de su cumpleaños, así que le grabaron una canción en el estudio donde Luke trabaja.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.