Esta abuelita nunca tuvo un gusto bueno por la barba de uno de sus nietos, así que para celebrar su cumpleaños numero 100, el muchahco se quitó la barba para darle el gusto y placer a su abuelita en su cumpleaños.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.