Este pequeño bebé se las arregla de una manera muy audaz para bajarse de la cama sin lastimarse. Muchos otros bebés hubieran llorado, para que alguien los baje de la cama, pero no a este pequeñito.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.