Después de la muerte de su esposo esta señora regresó a la escuela para poder recibirse y obtener el diploma que tanto anhelaba, lo que no esperaba esque su hijo regresara a casa del ejército para poder entregarle el diploma personalmente.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.