Pensé que este sería un momento típico de padre e hija, pero cuando el video se adelanto unos cuanto años me di cuenta que se trataba de más que un solo momento.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.