Cuando Scooby Doo estaba teniendo un mal sueño, su hermano hizo la cosa más dulce para consolarlo. ¡Qué buen hermano es! ¡Oh que lindura son estos pequeños cachorros y quiero uno!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.