No se que fue más adorable, cuanto apretó sus ojos o su expresión de mucha emoción and decir “Amén”. Lo que sí sé es que la oración de esta bebe me derritió el corazón.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.