A estos dulces chivitos les encanta jugar. ¡Y su juego de las sillas musicales es de lo más precioso que he visto! Dé gracias a Dios hoy por las cosas pequeñas que alegran la vida. ¡Esto es demasiado divertido!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.