Este gatito llamado Diego, se fue a pasear a la playa junto con su familia y no dejo que el agua lo intimidara mucho, al contrario se metio a nadar para la sorpresa de todos los que lo veian. La reacción de las personas grabandolo lo dice todo.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.