Molly y Megan tenían que estar dormidas en sus respectivas cunas, pero cuando su papá fue a revisar lo que sucedia lo que encontró fue que las dos bebitas estaban jugando en su cuarto desde sus respectivas cunas.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?