Este niño y su patitos se refrescan y se divierten mucho en su pequeña alberca. Mira como se rie el niño cuando los patos se acercan a él y se suben en el! Quien quiere una piscina llena de patos?
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.