Mientras jugaba por la casa esta cacatúa se encontro con un nuevo amiguito, el ave no pudo contener sus ansias y su emocion al ver y jugar con el aunque solo sea un juguete.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.