Este gato ha adoptado a unos conejitos para cuidarlos como si fueran sus propios hijos y lo mas simpático es que los conejitos también lo quieren como papá.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.