Sal Valentinetti es un muchacho de veinte años que entrega pizzas y su gran personalidad junto con su gran voz fue mas que suficiente para dejar a los jueces encantados en esta audición de “America’s Got Talent”
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.