Gran interpretación de “Oh Mary” por Theresa Andersson. Al principio todo empezo a oscuras pero poco a poco se fue iluminando el escenario hasta descubrir todo lo que una sola persona hacia al mismo tiempo.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.