Todos los estudiantes de esta escuela se unieron para realizar el ritual tradicional Neozelandés conocido como “Haka” para despedir por última vez a su difunto maestro quien llegó por última vez a la escuela en un carro fúnebre.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.