La pequeña Audrey sufre de una enfermedad en la médula ósea, pero ni aun su padecimiento la detiene de bailar. Mira que talento! A esta niña le encanta bailar y asi la Zumba se puso mucho más interesante.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?