Señora de 77 años de edad demuestra que la edad no es más que un simple número y se pone a bailar en plena calle en la ciudad de Perth, Australia. La gente es solo tan vieja como se quieren sentir.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.