A veces no entendemos por que Dios nos hace pasar por varias pruebas, hasta que nos damos cuenta que solo de esa manera es como Él nos guía a encontrar la llave que hemos perdido.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.