Pequeña reflexción para tomar un tiempo y meditar en lo que hacemos cada mañana desde que despertamos hasta que volvemos a dormir. Durante todo el día Dios esta intentando hablar con nosotros.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.