Vivimos rodeado de voces que nos dicen “persigue tus sueños”, “lucha por tus sueños”, “cuida tus sueños”, otros dicen “este es el año del cumplimiento de tu diseño profético”, “hay un rompimiento para que tus planes se cumplan” y así sucesivamente.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?