Un piano publico en medio de la plaza comercial estuvo esperando que alguien se sentara a tocar hasta que Ásta Dóra Finnsdóttir una niña de tan solo 9 años se sento y empezo a tocar como toda una virtuosa dejando a los pasantes en total admiración.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.