Todo iba bien en el reporte de las noticias y el tiempo hasta que el meteorólogo sintió que tenía algo en la espalda, para la sorpresa de todos puesto que todavía traía el gancho dentro del saco.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.