Perder una pierna podría ser detrimental para la salud mental de toda persona, especialmente para un bailarín, pero este muchacho no dejó que eso fuera un obstaculo y al contrario baila como solo los mejores pueden hacerlo.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.