Molly y Megan tenían que estar dormidas en sus respectivas cunas, pero cuando su papá fue a revisar lo que sucedia lo que encontró fue que las dos bebitas estaban jugando en su cuarto desde sus respectivas cunas.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.