Esta muchacha se había ido al campamento militar a recibir su entrenamiento por 3 meses y medio, al regresar a casa de su larga ausencia, su siempre fiel compañía canina la recibió con mucho gusto, cariño y emoción.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.