Cuando los padres de Sutton prendieron el monitor de la pequeña bebita no pudieron contener su emoción al oír que la bebita estaba orando por sus padres y su familia.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.