Este pequeño explorador fue al zoológico con sus papás para ver los animales en exhibición y no se imaginó que tal parece que el castor también fue al zoológico para ver con la misma curiosidad a los visitantes.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.