No hay duda que Dios le ha dado mucho talento a Amira Willighagen. Cuando la pequeña se paró en el escenario nadie supo que esperar pero no tardaron en quedar anonadados después de que comenzó a cantar. Una pequeña niña con una gran voz.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.