Personas neoyorquinas que paseaban por la calle se toparon con un switch de luz gigante, y los que se atrevieron a encenderlo descubrieron una grata sorpresa navideña en medio de la noche.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.