Mientras que el perro grande tenía problemas para dormir, su pequeño amigo se levantó para acariciarlo y cuidar de él. Que bonita es la amistad y la lealtad de los perros no crees?
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.