Este grupo de soldados finalmente regresaron a casa y antes que la ceremonia de bienvenida culminara la pequeña Cara corrió hacia su papá para darle un abrazo. Bienvenido a casa soldado!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.