No hay mejor palabra que SORPRENDENTE cuando observa la naturaleza y los animales creados por Dios. ¡Una obra maravillosa de Él! Ver jugar a estos pequeños alces le pondrá una sonrisa en su rostro.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.