ʹCieloʹ de Salvador le dará la esperanza que su alma necesita. No se canse de traer sus peticiones delante de Dios y de pedirle que le cambie. Él es nuestro Padre amoroso que nos transforma día a día si se lo pedimos.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.