El violinista clásico Lukáš Kmit estaba dando un concierto cuando el teléfono celular de alguien en el público sonó. Él podría haber detenido el concierto. ¡Pero lo que hizo en cambio fue aún mejor! Tiene que ver esto.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.