Generación 12 alaba a Dios de una manera que le tendrá adorando dondequiera que se encuentre. Jesús se entregó en la cruz por amor a nosotros y su sangre nos salvó. ¡Llenará su corazón de esperanza y agradecimiento!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.