Esta canción de Jesús Adrián Romero es un aliento que nos llena de fortaleza para seguir viviendo por ser como Jesús. Él es puro y sin mancha. ¡Dele gracias a Dios por lavar nuestros pecados y perdonarnos cada vez que caemos!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.